Esta vez, como en muchas otras ocasiones, ha sido un aprendizaje que ha llegado por casualidad. Charlando con una amiga, nos contó que un familiar trabajaba en una pequeña planta de cultivo de algas, en el propio puerto de Sada, así que enseguida nos pusimos a "enredar", jajaja.
Ese familiar preguntó en la empresa, y sin ningún problema, nos invitaron a hacer una pequeña visita cuándo estuviera la técnico de cultivos marinos, para que nos explicara con más detalle, qué hacen allí.
El lugar es pequeño, y en relación a la variedad, solo tienen una, el espaguetti de mar, que nos invitaron a probar así, crudo. En realidad lo que hacen en las tanquetas es lavar las algas para su consumo, ya que traer, las traen los buceadores del mar.
Además, ahora realizan pequeños experimentos con medusas, para su rebozado, manjar parece que muy demandado en Europa. La técnico nos explicó que si tocas una medusa con la palma de la mano, no pasa nada, el problema es tocarla con el resto de la piel, que produce reacción de urticaria.
Una de las partes que más les gustó fué el pequeño laboratorio de cultivo de microalgas, y enterarnos de paso en enorme potencial de estos organismos. Se utilizan en nutrición animal y humana, en farmacología, en cosmética, muy chulo conocer de cerca a la Isochrysis, jejeje.
Y estas cosas, ya sabéis como terminan, jeje, con ganas de probar algunas de las algas de las que hablamos (en ello estamos) y con la panda desparramada en el parque, comiendo un suculento chocolate con churros para entrar con buen pié en el solsticio del otoño...mmmm.
(Nota: mención especial para Sabela, la entrenadora de taekwondo, porque fué quién nos facilitó toda esta actividad con su buen hacer, un abrazo!)
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