Una amiga nos regaló unos esquejes de menta fresca, para nuestra huerta. Pero a mí, cabeza de chorlito, se me olvidaron en el maletero del coche, y cuándo fuí a ver, pensé que merecía la pena tirarlos, todos rechumidos y negros, pero no contaba, que en mi retaguardia, Elisa, tenía "otros planes".
- "¡¡¡Nooooo, mamá, ni se te ocurra tirar esa plantita!!!".
- "Pero mujer, si está casi podrida, podemos pedir más esquejes, sin problemas".
- "¡¡¡ Qué noooo!!!, pobre plantita, mamá, yo la salvaré".
A seguirle el rollo, proveerle de maceta, de tierra, sin ninguna fé... Ella que venga todas las mañanas a ver si le faltaba agua, a ver si estaba bien colocada para que le diera el sol...
Ahora ya os imagináis el porqué del título de esta entrada, jejeje.
2 comentarios:
Niña...¡¡qué bonito!!
¿Por qué no quitas lo de la moderación de comentarios (eso de escribir mil números y letras que no se ven para demostrar que no eres un robot)
Mil veces he intentado dejar un comentario en tu blog y al final he tenido que desistir, es un rollo ja,ja...
Besitos para todos.
Hola Paloma! qué bueno leerte por aquí!
Yo es que soy muy pez en esto, no sé como se hace esto que dices de quitar los comentarios, y aún que dejé la cuenta que tenía de yahoo, y no había leído la mayoría de los que me fuisteis dejando... un rollo!
Un besazo, guapa!
Publicar un comentario