Como se puede imaginar, con tanta lluvia, en cuánto para y hace un poquito de calor solar todo crece a unas velocidades...
El subidón nos lo dió comprobar que unas patatas de temprano que dábamos por perdidas, han nacido y de qué manera, jaja, de una semana para otra.
También nuestros guisantes han cobrado vida, y hemos estado comiendo grelos y acelgas, incluso alguna pequeña espinaca y alguna escarola. No puede haber queja de la pequeña huerta invernal.
Ahora ya aprovechamos el espacio del segundo trozo que nos cedieron, que tuvo que esperar a que escampara para poder ser limpiado en condiciones, y hacer un par de quemas de maleza seca.
Allí hay cebollas, ajos, guisantes, girasoles, puerros, y más de treinta lechugas, plantadas por Hadri.
Los grelos ya han floreado en cuánto hubo un poco de calor, y estamos investigando a ver como conseguimos sacar semilla para el año que viene.
También Julio ha empezado a hacer un "tambucho" que se le llama por aquí, para poder dejar botas y enseres de labranza, y no tener que andar cargando con ellos hasta el piso, todo con material reciclado, a ver qué tal va quedando "la obra", jajaja.
Por si todo esto fuera poco, nos han cedido aún un tercer lugar, jeje, no sé si daremos para tanto.... continuará...
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