Siempre digo que todos los aprendizajes que vamos haciendo por el simple camino del ensayo-error, son alucinantes. Ya sin hablar de todos aquellos elementos colaterales a la huerta, y que nos dan tanto juego...jaja
(fotos de una sesión de aprendizaje de "cómo hacer cabello de ángel", cortesía de la tía Pili y Vicente, uno de nuestros compañero de huerta, que nos regaló las cayotas).
Además de avanzar este año con otros proyectos añadidos a la huerta (andamos ahí ahí planteando un posible gallinero) por el camino han surgido, pequeñas minihuertas colaterales (las lechugas de Elisa)...
mi frondoso jardín de aromáticas (por ahora, citronella, tomillo, tomillo cítrico, orégano, hierbabuena, menta chocolate y salvia)...
el berenjenal de Hadri...
los semilleros... (ahí pusimos zanahorias, rabanitos, y dos bancales más que no nos acordamos, jeje, y no ha nacido nada...)
Y ya lanzados a la huerta de invierno, hemos sembrado navizas, por supuesto, el plato estrella del frío galaico, jajaja
repollos, brécoles, coliflores, lombardas, acelgas verdes y rojas, puerros y espinacas, y por ahora todo tiene muy buena pinta, la verdad, con estos calores otoñales y la humedad....
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