Siempre nos encantan estos domingos compartidos en Compostela, en el parque del Pedrouzo, con otras familias sin escuela de toda Galicia. Siempre hay apariciones nuevas, otras inesperadas, intensos debates, y juego, mucho juego, jejeje.
De esta vez, hasta hubo artistas de la henna que hicieron las delicias de todos, tatuándonos, y nuestros amigos artesanos de los quesos de cabra, mmmmm, ¡Qué sabrosos!.
Y para colofón, un cumpleaños sorpresa con tarta con velas y todo, jejeje.
Todas las familias andamos a mil proyectos, a mil cuestiones de la vida diaria, por eso me parece tan importante estos pequeños parones para juntarnos, más allá de teclados, y vernos, y saborearnos. Mil gracias a todas estas familias y a este esfuerzo por quedar y conservar la esencia del colectivo.
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