Además de muchas otras coincidencias, cuándo nos conocimos el gran cancrejo y yo, no pudimos ocultar nuestros orígenes gastronómicos.
Yo vengo de una familia que "respira hostelería" por los cuatro costados, y él, venía de haber trabajado algún tiempo con su cuñado en grandes cocinas, dónde aprendió "muy buenas mañas".
Cualquier acto, actividad, cita o visita que suene a comidilla y pachanga... allá que nos apuntamos, y si hay que hacerla, se hace, sin problemas.
Teníais que verle ayer preparando toda la "manduca"... cantaba, hacía chistes, y pedía que se le hiciera la "ola"... él, es así, jeje...
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