martes, 19 de mayo de 2009

Cenacuentos con flores...

Les pedí, que de paso que iban a la cancha a jugar, me trajeran unas flores. Para adornar la merienda, y el cuento... Pero se retrasaron tanto, al fín un día de sol, jeje, que llegaron para la cena. Trajeron unas preciosas campanillas, pero si os fijáis bien en la foto, traían un inquilino (un enorme abejorro, que menos mal que no le dió por salirse de la flor y picarle a Hadri, que fué el que las trajo en la mano.
Contamos un capítulo que les gusta mucho, de el cuento "El pastel del diablo" de Carmen Martín Gaite. Tiene un comienzo muy parecido a la bella durmiente, porque la protagonista, una niña que se llamará Sorpresa, nace en el seno de una familia compuesta por los padres ya mayores que no esperaban tener hijos (solo que en este cuento, jeje, en vez de reyes y reinas, los padres son artesanos).
El capítulo narra el bautizo de Sorpresa, y cuenta con todo lujo de detalles la fiesta, al aire libre, en primavera, y la cuna que le hizo su padre, de balancín, en maderas nobles, con cuatro angelitos de la guarda, uno en cada esquina de la cuna, y que para celebrar esa fiesta, colocaron a Sorpresa en esa cuna, sobre una tarima cubierta de flores, dónde se acercaban las mariposas a observar la belleza de la niña.... hasta que se acercó una vieja curandera... que mirando la cuna y a la pequeña Sorpresa.... (y aquí los tienes a todos con los ojos como platos, jejeje...).

El caso es que con lo tarde que se hizo, solo pudimos hacer flores, con las croquetas, jejeje, eso sí, esta vez, caseras!! mmm.

4 comentarios:

Xia dijo...

que rico se ven esas croquetas. Gracias por tu participacion!

♥ meninheira ♥ dijo...

No valeeeeeeeeeeeeeeee sigue con el cuentoooooooooooooooo XD

Ale dijo...

=O me quedé con la intriga, qué pasará con Sorpresa?!
Buenísimo Marta...
Un beso, y te espero la prox allá en mi blog ;)

MartaSada dijo...

jajaja, no pensé que crease tanta expectación, jajaja, pues la vieja curandera al ver los ojos de Sorpresa, evdidentemente, suelta una profecía... que siempre querrá beberse el mundo con la mirada, y que nunca estará contenta con la primera respuesta que le den a sus preguntas...mmm interesante, no?,jeje. El padre de Sorpresa le regala una bota de vino a la curandera que al día siguiente, cuándo la madre de Sorpresa, preocupada por sus frases, la busca para preguntarle, se la encuentra muerta en su cabaña....

Todo tiene mucho que ver con una casa grande y "prohibida" que hay en el pueblo, con un señor que nunca sale de ella....

La verdad es que no se sabe quien disfruta más, no? pues eso....