Buf, jeje, tenemos nuestro amado fondo marino, completamente abandonado, es cierto. Pero de vez en cuándo venimos a reposar un poco en él, de tanto oleaje que nos rodea, y da gusto encontrarse con un lugar tan tranquilo y relajante. Ahí vamos a contar un poco de nuestras mareas vivas diarias, jeje.
Este año, los cumples han sido muy diferentes a los años anteriores. No había presupuesto para grandes fiestas, pero gracias a la Tía Leti, ninguno se quedó sin tarta de velas, y por supuesto sin regalos. En el caso de Elisa, incluso nuestro amigo Benjy y su familia, compartieron la tarta con ella, y así, tuvo dos cumples compartidos, uno con los Barr y otro con su primo Mauro, que nació tres días después que ella.
Quiero resaltar esas espectaculares tartas de escudo culé para Hadri, de mariposa para Lidia, y algo más accidentado llamado Pocoyó para Elisa, pero que las metepatas habituales como servidora, jeje, bautizamos como pitufo, y después, se abrió la veda y hubo de todo, pocochungo, pitufoyo, pocoraro, jajaja, creo que al hacerla ya tuvieron su juerga, jajaja.
1 comentario:
Has vuelto!!!!
Bieeeeen!!!!!
Oye, el Hadri parece más "maduro".... he flipado!!!
Os quiero!
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