Mes en blanco.

Ay madre, y otro mes más sin pararnos a reflexionar en nuestro fondo marino... la verdad que la "marea vital" nos tiene bastante alejada de teclados, y eso es bueno.
Este comienzo de año se preveía "ajetreado" y no nos ha dejado con las ganas. Estamos muy ajetreados, jeje.
Nos hemos cambiado de hogar, y esto nos tiene en jaque mate, sobre todo con la caótica mudanza. No encontramos los cables de la cámara, con lo que de momento no podremos compartir imágenes de nuestra nueva "pecera"...jeje.
Siempre se dice que los cambios se hacen para mejor, pero en este caso es una gran verdad. No es que nuestra nueva casita (un pequeño adosado a un kilómetro de Sada) sea un paraíso, ni la soñada casa con grandes extensiones... pero menos da una piedra, y el piso-bunker, jeje, se acabó.
Ahora puedo cocinar y oír a los cangrejos fuera, patinando en una explanada que hay en la entrada, sin coches. Puedo pedir que pongan y quiten la mesa (al fín tengo una cocina espaciosa!! jeje). Antes en el piso, para estar en la cocina tenían que estar sentados, que sino chocábamos con nuestras tenazas, jeje. Y sobre todo, me encanta abrir la puerta y estar a "pié de tierra", meterme en la cama y oír la lluvia (el piso estaba tan bien aislado que no oíamos nada...), verles jugar en el minijardín (no os podéis imaginar la cantidad de proyectos que tengo para esos 60 metros cuadrados de jardín, jejeje...) con las cañas de bambú a hacer cabañas...
Si nos da por vestirnos podemos bajar a los prados, a ríos y charcas que hay por todas partes, saludar a vecinos tranquilos, por tranquilas "corredoiras", así que la vida en la aldea, nos está sentando de perlas, jeje, también hay cangrejos de río, no? pues eso...jeje.

Además de todo esto, no hemos parado (encuentros, salidas, visitas, talleres, proyectos...), pero eso mejor, cuándo encuentre el cable de la cámara. Así, no pasaremos otro "mes en blanco"!!