viernes, 10 de diciembre de 2010
Marchando una de patines...
Siempre me sorprenden con sus decisiones. Tenían por casa, regalados desde hace varios años, unos patines de línea. Nunca les hicieron el más mínimo caso. Pues esta temporada, la han dedicado a esnafrarse por las esquinas con ellos. No hay mañana, aunque llueva, que no se pongan un rato los patines y se den una vuelta por la zona adoquinada del jardín...
Y cuándo "escampa" hay que bajar a Sada para practicar en la plaza de la playa... y a finales de mes, se han apuntado en una actividad del ayuntamiento, a ir a la pista sobre hielo del coliseum de Coruña, lo dicho, nunca dejan de sorprenderme.
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2 comentarios:
Patinar es una delicia, uno de mis mejores recuerdos de infancia.
Lo que yo he alucinado es que han aprendido completamente solos, y no veas la "maña" que se dan...un saludo!!
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