martes, 18 de marzo de 2014

La pandilla.

No hay duda de que la permanencia de Hadri y Lidia dentro del mundo del taekwondo tiene mucho que ver con los amigos y amigas que han hecho allí, con las experiencias compartidas, con el sentimiento de pandilla.
El Natural Sport de Sada es una gran familia. Los entrenadores y directivos se empeñan con gran trabajo personal en que no solo sean las horas pactadas de entrenamiento sino que haya mucha vida y experiencias extradeportivas.
Uno de los últimos inventos es el "internatural" dónde en una sesión de mañana sabadera o dominguera, se van enseñando a los padres los avances, un entrenamiento de puertas abiertas y se invita a los niños a desplegar su creatividad con diferentes coreografías, etc.
Para mí, ver a Lidia subida en otra niña, me alucina, jeje, y me saca la respiración. Y ver a Hadri con sus amigos inseparables, Thomas, Manu, y Jaime, preparando durante semanas una coreografía de combate, me divierte y me dice mucho de lo que están aprendiendo. A ceder, a combinar, a tener en cuenta al otro, a retarse personalmente, a crear...






En este internatural se combina algo que a mi me gusta mucho, y es que los mayores ya van ayudando en tareas con los más pequeños, y eso, además de ser un orgullo para ellos, les hace recordar cuándo ellos tenían esa edad, les hace ser pacientes y majos con los que están empezando.


Y este combate a cuatro, no tuvo desperdicio...





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