sábado, 8 de marzo de 2014

Las promesas.

No sabemos muy bien los que significa esta palabra, ser una promesa, jeje, estamos meditando sobre ello. Lo que si es cierto es que Hadri dió todo un recital de fuerza y de vitalidad en este campeonato, el Promesas gallego de taekwondo, en Cangas.
En su categoría, nada menos que 19 participantes. Hadri ganó con rotundidad sus dos primeros combates, cayendo en la tercera ronda, con un fuerte golpe en la nuca, que le asustó y le hizo pedirle al entrenador que lo sacase del tapiz. Yo admiro su valentía, intensamente. No me ha contado nunca lo que se siente cuándo uno se va preparando con las protecciones, los patucos, las guantillas, el peto, el casco, y se ve de frente con otro chico que pesa en un rango parecido.
Él dice que se olvida del mundo y solo se concentra en pasarlo bien y hacerle puntos con patadas y puños en el centro del peto (1 punto) o en la cabeza (3 puntos). Suena durísimo, pero a él no se lo parece, creo que por lo menos hasta ahora se lo toma con un juego personal en el que va haciendo pequeñas conquistas.










No sabemos si el amor por el taekwondo le durará toda la vida, lo que si sé seguro es que todo lo que vive alrededor de este mundo le acompañará siempre.



No hay comentarios: