miércoles, 27 de agosto de 2014

Recta final del verano.

Así, como un flash, se va este verano que nos ha mantenido sin parar. Pero aún quedaban varias cuestiones pendientes... un mini-campamento ofrecido por la entrenadora de taekwondo, cuándo supo que había mucho interés por montar a caballo, y las fiestas, claro, como no, las fiestas de Sada.

El mini-campamento ofrecía multi-actividades que hicieron las delicias de todos, caballos aparte. Tuvieron bajada en tirolina, subida en escalada, piscina, hinchable, juegos de todo tipo, dormir en tienda de campaña, y por supuesto, los caballos. Creo que las fotos lo dicen todo sobre como se lo pasaron...













Y ya nos pillaron las fiestas de Sada, como no, con La Panorama, que por supuesto hubo que volver a ver, y en primera fila, jajaja. Yo bajé con ellos solo el día de esta orquesta, porque les habíamos ofrecido una vuelta en los cacharros, el presupuesto veraniego no da para más. Eso sí, lo bueno, si breve, dos veces bueno porque lo disfrutaron a tope.



Nos pilló también el cumple del doceañero, tan guapo, y a falta de velas y fiesta de cumpleaños a lo grande, jeje, se quedó la cosa en un bizcocho de algarroba, su favorito, con unas improvisadas cifras en casa de la tía Rosy, con la prima Antía y sus dos niños, Nico y Martina.


Dicen que viene un buen Septiembre, así que me imagino que eso nos ayudará a un poco de recogimiento, después de tanto desenfreno estival, y a ir pillando ya otros ritmos... mientras, desde mi ventana de la cocina, aún se pueden disfrutar de hermosos atardeceres rojos...


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