IV Edición Carnaval Educación Libre (o la lámpara de Aladino)

Airenita, desde su volcán, nos invita a frotar la lámpara de Aladino...
Y el genio de la educación libre nos ofrece tres deseos, para que no nos falte de nada.

Suspiro profundamente porque mi primera reflexión es que precisamente, en el resbaladizo terreno de las expectativas, no quiero caer. Ese es uno de mis duros trabajos mentales de toda esta temporada. Luchar contra la esclavitud que nos da "esperar algo de alguien, o de una situación". Prefiero que todo fluya, que todo lo que venga, tanto como si no viene, esté bien, simplemente porque así tenía que ser, y ya está.

Pero claro, jejeje, reconozco que una invitación así, es muy tentadora. Y como nadie ha dicho que soñar no sea también parte de nuestra libertad de pensamiento, ahí van, mis deseos para que todo este proceso tan intenso en el que hemos decidido embarcarnos, cobre dimensiones mágicas.

Son deseos muy egoistas, lo reconozco. Porque si se llegasen a cumplir lo que harían sería volatilizar todas mis angustias, inquietudes, miedos y dudas.

Mi primer deseo tiene que ver con mis cachorros de cangrejo. Deseo intensamente no hacerles daño con mis decisiones, acompañarles en las suyas, y simplemente estar ahí, y que ellos comprendan. Que llegue el momento en el que sus ojos, sus miradas, y su felicidad me hagan entender que no me equivoqué.

El segundo deseo tiene que ver con papácangrejo, claro. También estaría genial que llegase a entender la educación libre. Yo sé que es difícil. Lo intenta. Pero estaría genial que llegase a implicarse con intensidad, que llegase a vivirlo y a sentirlo. Porque soy egoísta, lo repito, y me gustaría sentirme muy acompañada en este proceso, y poder compartir mucho más abiertamente.

Y el tercer deseo ya tiene que ver con todo "nuestro barco" en sí mismo. Que toda esta "tripulación" se llegue a combinar en sus procesos individuales, de forma natural, que todos los ritmos internos se puedan respetar, y que pase lo que pase en nuestro viaje, podamos sentir permanentemente los aires marinos de la libertad.

Y para no querer frotar la lámpara, jeje, ya le he dado un poco de curre al genio, jejeje...