De balcones, fincas y roturas...

Fuertemente inspirados por Cristina, nos pusimos esta semana a trabajar en nuestro abandonado balcón. Lo limpiamos a fondo, trasplantamos todos los geranios que aún estaban en sus pequeñas macetas, y repartimos unas piedras que quiso traerse Hadri de la playa, hace tiempo. Este es el resultado, a medio camino entre un jardín zen, y un patio andalúz, jejeje...



A pesar que por el tiempo que ha venido haciendo, las agendas que no paran, etc, no tenemos la finqueta muy trabajada, jeje, pues mi jardín aromático se ha ido salvando, os presento a mi tomillo cítrico, mi lavanda, mi hierbabuena... también tengo tomillo y romero en otra esquina.

Hace unos días, nos liamos, e hicimos un experimento, ya que habíamos metido la pata, sembrando zanahorias en una jardinera, y las zanahorias son "de asiento", es decir, no se trasplantan (lo que aprendemos!!). Trasplantamos unas veinte, pero, jeje, solo se ha salvado una (y no tiene muy buen aspecto..), jejeje, así es la vida de los campesinos novatos, jejeje.


También fuera de tiempo, hemos cavado una zanja y hemos echado allí unas cuántas pepitas de calabaza, a ver si había suerte y para Noviembre tenemos unas cuántas para celebrar... esto ha estado guay, porque nos han nacido varias, a ver si tenemos suerte y aguantan!!
Llevamos un tiempo también intentando averiguar qué son estas extrañas plantas/setas que han estado creciendo debajo principalmente de los robles, así que os pongo una foto por si alguien sabe cómo se llaman y qué son (son espectaculares en su colorido, y pringan al tocarlas).
Y como colofón de novedades, esta semana nos hemos llevado un pequeño sustillo. Lidia se cayó jugando en un campamento urbano, y se rompió el bracillo. Nada grave que no se cure con veinte días de férula de yeso, y muchos mimitos, jejeje. Y no veais como "farda" la tía, de bracito en cabestrillo, jejeje...