Días de amigos y cumples.

Siempre lo digo, el verano gallego tiene que concentrar en unos días lo que no se puede hacer el resto del año por la climatología atlántica. Así que unos amigos anuncian su visita, se saca de avituallamiento de urgencia, se te llena la casa, la mesa y el sofá de "vida" (bendita vida!!) y mis chicos están encantados de recibir, compartir, y enseñar sus rincones (esa cabaña en el jardín, merecerá entrada aparte). Esa misma tarde, nuestra Míriam estaba de cumple (ya dos años, madre mía, que fué ayer que la "vimos" nacer...), así que ¿porqué no? que se vengan todos a celebrarlo, nuestro minijardín no podía soñar con estar más animado.