El misterio del Belén perdido...

Pues así ha sido. Empezamos a diseñar nuestro Belén, con troncos para el portal, musgo para los alrededores, tierra, arena para el desierto, y lo fuimos cogiendo en distintos días. Lo armamos, y empezamos a trabajar en las figuras de plastilina. Lidia se encargó de la virgen María, Hadri de san José, Lidia de nuevo del niño Jesús, y Hadri de un río con un puente para decorar. Dejamos esa jornada, y al día siguiente nos encargaríamos de los magos de Oriente...
Pero cuál sería nuestra sorpresa por la mañana, al comprobar que las figuras del Belén colocadas la tarde anterior, ¡¡habían desaparecido!!....

Hemos tratado de elucubrar todo tipo de explicaciones, ratones, pájaros, bromistas en la familia... pero todo ha sido inútil, el Belén ha desaparecido sin dejar rastro. Lo más extraño es que el/los culpables, no han dejado huella!, no hay huellas en la tierra ni en la arena, ni rastro de piezas (si fueron ratones, o pájaros, no serían capaces da arrastrar las piezas enteras!!).

Eso sí, por lo menos, nos han quedado las imágenes, y una larga velada de chimenea, elucubrando cada uno, la posible explicación de este misterio sin resolver... no faltaron cuentos de hadas que dan vida a las figuritas y claro, estas tiene que partir hacia Belén rápidamente, o relatos en los que nuestras figuras estarán impermeabilizando un nido de urraca, para cuándo nazcan los pollitos en primavera, jajaja...