miércoles, 2 de noviembre de 2011

Batiburrillo otoñal.

La verdad es que el otoño ha venido casi veraniego, y ha dado mucho gusto a pesar de la falta de agua. Elisa cada día más, quiere pillarle el ritmo a sus hermanos, y me ha dicho esta temporada que quiere "hacer un proyecto de bichos", jajaja. Para eso, toda seria, le ha pedido una lupa a la tía Pili, y se pasa el día "invstigando", jeje, también ha cogido un silbato, y en las horas que Hadri entrena en el campo del Lubre, nos dedicamos a silbarle a los pajaritos para que nos contesten (los pajaritos, también son bichos, ¿no?, jaja, pues eso).


Con la llegada del fresquito, también apetecen las "tardes de repostería", ñamñam, aquí es matemático que me ponga yo a hacer algo en plan bizcocho, y aparezcan montones de "manos solidarias", a los que les apasiona "arrepañar" la masa cruda del bollo... ¡Qué paciencia!, jeje. Nuestras especialidades, "bizcocho de limón" (el favorito de Elisa), y "bizcocho de algarroba" (el favorito de Hadri, Lidia come con gusto de los dos).

Una tarde sin salir, que jueguen con el vecino hasta cansarse, de repente, ya baja el sol, ya hace frío, se hace el silencio, y piensas ¿dónde estarán? ¿qué estarán "argallando"? y te los encuentras de esta guisa, jejeje, estilo camping.











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