Y Febrero comenzó bien cargadito... desatascamos “la rodela” de Leonardo da Vinci y seguimos desgranando apasionadamente todas las mañanas un trocito de sus vivencias, de su arte y de su increíble visión de la vida y de la naturaleza. Así nos vamos enterando que si una melena, una cabeza, una nariz le apasionaba para pintarla, seguía a la persona incluso días, para ver todos los movimientos, los matices... nos enteramos que le gustaba jugar a ver un paisaje entero en partes de la naturaleza como la arena, las nubes, el agua...nos enteramos que a menudo en poco tiempo, superaba con creces lo que cualquier maestro tuviera que enseñarle... que amaba tanto la naturaleza que a menudo pasaba por los mercados, y si veía algún pájaro enjaulado, los compraba todos, y los ponía en libertad, ...nos encanta levantarnos y tener una nueva idea sobre su vida para reflexionar.
Además, de manera muy divertida hemos
estado aprendiendo juegos nuevos, como los submarinos o la paella,
que se juegan en las mañanas, para risas de todos, ya que pillarle
el punto a esos juegos tiene su historia y los errores son abundantes
para despiporre del personal, jejeje.
Muchas veces he contado desde estas
páginas o desde alguna charla o entrevista, la importancia
fundamental que para nosotros tiene el juego libre. Hoy por hoy, no
podemos entender el aprendizaje “significativo” sin esta
herramienta, tan perfectamente diseñada para el ser humano. (Por
juego libre entendemos ese que se produce espontáneamente, sin
control ni dirección adulta, y que puede durar mucho tiempo).
Habitualmente los conceptos y roles que allí se desarrollan se
repiten por temporadas, hasta que el que propone el juego ha
satisfecho su necesidad sobre lo que propone. Otras veces el juego es
puntual, y se desarrolla solo en una jornada. Así surgen juegos tan
disparatados como envolverse en mantas, arrastrarse por el suelo y
hacer que son gusanos toda la mañana, o descalabrarme la cocina
porque tienen que hacer pócimas muy importantes para la tribu en la
puerta de casa...jajaja. Algunos juegos son tremendamente elaborados,
como un circuito de lucha medieval que Hadri había montado en las
habitaciones (con barrancos, emboscadas, campos de batalla, y armas
diversas, como espadas, arcos, y escudos), o una escuela de
equitación que tiene Lídia con sus clases de montar a caballo,
jejeje. Otros juegos se desarrollan fuera de casa, como el ataque a
castillos, que Hadri tiene a medias con Joel, y que empezó en el
castillo templario de Ponferrada y siguió con el de Vimianzo, o el
de San Antón coruñés, y que continuará en el tiempo o la
participación en juegos de otros niños, como una boda que se
organizó en verano, dónde Lidia fué la afortunada novia, jejeje.
Todo esto viene a cuento de que alguno
de los proyectos que se desarrollan paralelamente o las vivencias del
día a día, tienen su repercusión en los juegos. Y con esto tenemos
este mes, dos ejemplos claros. El proyecto de las profesiones, que ya
tiene cuatro “investigaciones”, ha provocado que Lidia se pase
varias mañanas jugando a ser “celadora de un centro de salud”,
contestando al teléfono, elaborando una larga lista de citas, y
consultando “eventualidades” con el médico de cabecera, así
como organizando los expedientes médicos, jejeje. Hadrián hizo las
veces de médico de cabecera sustituto, y vigilante de seguridad
nocturno(le viene de raza, jajaja) cuándo nuestra celadora recogía
su bolso para irse a casa. Elisa era la perra de la celadora que
esperaba pacientemente a que su ama terminase la jornada laboral. La
imaginación no tiene límites, jejeje. En esta misma línea, nos
ocurrió un pequeño percance que también tuvo su repercusión en el
juego, ya que una de las asambleas que teníamos que hacer para el
grupo de consumo, se vió repentinamente suspendida porque uno de sus
miembros tuvo la desgracia de la muerte de un familiar directo por un
infarto. Esto les impactó mucho, como puede ser que uno se muera
“repentinamente”, y han estado jugando en varias ocasiones a
esto...
Y de la mano de la fascinación por la
India, de Lidia, nos hemos tomado de bruces con los “ecosistemas y
la climatología”... Todo empezó por la pregunta, “mamá, ¿qué
es un monzón?” ya que le impresionaba mucho que algunos lugares de
la tierra, fuesen secos y áridos y de repente con las lluvias, todo
se inundase, y se volviese lleno de agua. Hemos estado mirando en
mapas, los diferentes tipos de climas, y les ha gustado ver poco a
poco cual es el de cada zona. Y así, mirando y mirando, hemos
entroncado con un antiguo proyecto sobre comunidades indígenas que
teníamos aparcado, con el valioso material que pedimos a la ONG,
Survival. Al empezar a ver como era la climatología en la tundra,
nos han salido las formas de vida de las comunidades indígenas que
viven de los renos, y en condiciones extremas de frío. El material
de Survival nos introduce en una de ellas, de la mano de la vida de
un niño, y les encanta leerlo ya que lo ven muy cercano. Ahí
estamos, en la pura tundra, jejeje...
El deporte sigue marcando muchas de
nuestras actividades, y este mes, en taekwondo, nos ha tocado
compartir una jornada entera con los niños de otro gimnasio, esta
vez en Caamaño, cerca de Ribeira. Vinieron encantados, ya que,
aunque tuvieron que entrenar duro mañana y tarde, los ratos entre
entrenamiento fueron muy divertidos para ellos, y de mucho compartir.
Este mes, además, el Club hizo una
encuesta a los padres y a los deportistas sobre preferencias y
valoraciones, que los chicos se cogieron con gran seriedad, y que les
tuvo casi una hora pensando, escribiendo y riéndose en los pasillos
del pabellón deportivo.
En el fútbol también hemos tenido una
pequeña novedad que ha alegrado mucho a nuestro Hadri-Messi, jejeje,
y es que además de los partidos habituales con su equipo del Lubre,
F.C. en la categoría de Benjamines de primer grupo, a él y a otros
cuántos chicos, les han convocado para jugar un partido de Alevines
(la categoría superior), y en Futbol 11 (con 11 jugadores, cuándo
su categoría habitual es Fútbol 7, con siete jugadores y en la
mitad del campo). Para él, jugar con los mayores fué todo un reto
que solventó con mucha “seriedad deportiva”, y una victoria
aplastante, 8-2 para el Lubre, jejeje...
Para relajar toda esta tensión
“competitiva”, damos muchos paseos playeros y por el monte, a
pesar del frío. Nos hemos acostumbrado a hacerlo temprano, después
de comer, para que no nos pillen las horas sin sol, y de esos paseos,
nuestra Elisa ha montado un proyecto, jejeje. En unos prados que hay
cerca de casa, hay unos árboles (robles jóvenes, carballos en
galego), que están totalmente pelados ahora, pero que empiezan a
sacar yemas, de sus futuras hojas. Elisa quiere fotografiar ese
proceso, y eso hacemos...
Otro de esos paseos nos ha llevado al
mirador de las Fragas del Eume, que es un sitio impresionante, pero
que da mucho miedito “escénico” (también llamado vértigo,
jejeje). Los cabras monteses lo disfrutaron a tope, jejeje. Y por
supuesto, nuestro paseo ermitaño favorito, a la Punta de San Mamede,
que nunca nos defrauda, porque siempre que vamos descubrimos nuevos
matices, luces sobre el mar distintas, y una gozada de vistas
panorámicas.
También en nuestra nueva huerta vamos
dando pequeños pasitos. Los ajos, han nacido, poquitos, porque no
tuvimos tiempo a preparar bien la tierra, pero poco a poco. Nos hemos
centrado estos días en la preparación del compostaje, a ver si esta
vez se nos da mejor, y no se nos convierte en un nido de ratas, como
el de nuestro jardín, que ya lo deshicimos (pare ello, no vamos a
echar nada más que restos orgánicos de huerta, hierba seca, restos
de verdura fresca, pelas de fruta, y nada más).
Tenemos esta temporada un gran “subidón
pictórico”, por parte de las chicas. Sorprende mucho Elisa, que de
nunca haber mostrado en cinco años, ningún interés por coger un
lápiz, una cera, ni un bolígrafo, ahora no para. ¡¡Y hace unos
dibujos chulísimos!!. Y se ha emperrado en aprender a escribir su
nombre, a veces cambia el Elisa por Elias, pero se parte de risa con
los “errores”, jejeje.
Podemos decir, sin lugar a dudas, que
aquí su maestra ha sido su propia hermana, que esta sí que no para
de dibujar, caricariturizar, y divertirse a costa de sus dibujos...
Lidia tiene esta temporada la “manía” de pintar con los ojos
cerrados, y se parte de risa ella sola con sus propias creaciones,
jejeje.
Mmmm y el fueguito, ¡como mola! Esas
sesiones nocturnas todos arrebujados delante de la chimenea,
repasando lo que ha pasado en el día, leyendo algún cuento (el
favorito de esta temporada es un delicioso libro que se llama
“Aladino y la lámpara espantosa” que nos hace morirnos de la
risa, porque todo es al revés...) o simplemente, dejándonos llevar
por el calorcito, y el embrujo de las llamas...
Y como final de mes, nos hemos
organizado para ir a una exposición de fotografía, muy chula, en
Santiago. Jeff Wall nos hizo asombrarnos (nada en sus fotos es
casual) y la muestra recreaba todo su entorno cultural, que nos llamó
mucho la atención. Una mañana deliciososa, por Compostela, con
aires primaverales, y tiempo para jugar un rato al sol.
La exposición llevaba el título de
“The crooked path”, por una foto del autor, sobre un camino entre
la hierba, sin diseño ninguno, hecho a fuerza de pisarla, y que
realmente correspondía a las necesidades de los que lo usaban y lo
habían hecho sin nada que los guiase... como esa fuerza humana que
se escapa a los intereses creados, ¿no? Muy chulo!!
A Hadri le impactó una foto dónde una
serie de personas, en un garaje trastero, se dedican a destripar
pollos, y lo hacen entre grandes carcajadas (ese trabajo mecánico,
que no le damos importancia, y que hacemos como si nada, sin
cuestionarnos nada mas...). A Elisa le llevó al huerto una foto de
una mujer que se prepara para ser fotografiada, y que parece que le
llaman la monalisa moderna, porque utiliza esa famosa técnica de
seguirte con la mirada estés dónde estes... jeje, Elisa me decía,
mamá, es una mirona, jajaja. Y Lidia, se quedó un buen rato
intentando descifrar una foto llamada “El hombre invisible”,
dónde un hombre aparecía rodeado por miles de bombillas en el techo
de su habitación.
Y también el fin de mes, nos trajo una
medalla de bronce muy especial, ya que se trataba del campeonato
gallego de taekwondo infantil, y esa medalla significa que eres el
tercero de toda Galicia, “pero de toda, mamá, de las cuatro
provincias”, jejeje... fué una mañana intensa, en As Pontes, un
combate muy duro, y esa medalla para la colección... (con un sabroso
bocadito en el muslo que se curó con hielo, y mimos).
No olvidaros que las mimosas ya están
en flor... es una gozada visual, de repente, con ese amarillo verdoso
tan espectacular, y huelen, mmmm, y todo gratis, jajaja.
1 comentario:
Que disfrute en esta manana de domingo leer tu blog. Me encanta ver como mis muchachotes van creciendo, como aprenden de las experiencias vividas, como disfrutan, rien aunque a veces los gajes del oficio (el mordizco) les saquen una lagrimita. Que ganas de veros y que pena no estar mas cerca!!
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