martes, 13 de agosto de 2013

Entre Marzo e Abril, o cuco ha de vir.

E veu, jeje, una gozada escucharlo.

Este mes de Marzo comenzó con una intrusión a saco en el mundo de los imanes. Por casualidad les regalaron unos que había por casa de la tía Pili, y enseguida se pusieron a hacer mil experimentos y mirar otros en internet. Se lo pasaron en grande "elucubrando".



Y mientras, Jamesa Bond, vestida para jugar, jaja, hacía de las suyas, jeje.


Siempre que escampa y el tiempo lo permite, nos gusta pasar el día con los amigos en Paderne. Allí, además de las cabañas ("no nos cortes las tuyas serradas, que son rampas y laberintos") hay siempre trabajos (construcción de un futuro gallinero, la huerta), que les gusta compartir entre juego y juego.






Y siempre fijándonos en las profesiones de los amigos que nos rodean, me encuentro a Lidia, toda concentrada, haciéndole una sesión de osteopatía a un peluche que lo necesitaba, jajaja.


Los momentos caseros estuvieron centrados en pinturas y Elisa, que cuándo fuí a la sala a recoger, me gritó, "no se te ocurra estropearme la fiestaaaaa!".



Como nos había dejado tan buen recuerdo, repetimos el taller de la Fundación Barrié, "mamá, quiero ser astronauta", y volvió a sorprendernos con algunas novedades, y más participación. Estuvimos recordando que muchos de los inventos que después se aplican a la vida diaria, empiezan por ser tecnología aplicada a astronáutica (gafas de sol, pañales, etc).








Después de visitar una exposición en la casa de la cultura de Sada, a Lidia le han entrado ganas de saber como se hacen los mosaicos, a ver si podemos complacerla.


Y Hadri sigue con entrenamientos y partidos, y esta foto es de la salida del partido dónde marcó su primer gol de la temporada. Lo ha difrutado un montón!.



Y nos fuimos de viaje a Burundi, al corazón de África, jeje. Con la imaginación, pero ayudados por el amigo Martandú que nos invitó a una comida africana, con pescado del lago Tanganika, y dónde vimos un vídeo de su país, nos vestimos los que quisimos con telas de allí, y miramos los instrumentos y algunas costumbres. Fué una tarde deliciosa, y muy divertida!














Y como la Semana Santa venía lluviosa y tormentosa, nos refugiamos en la acogedora casa de la amiga Chus, en Riveira, y nos dedicamos a jugar a las cartas, comer churros, jugar al tangram (vaya reto para Ger, que no paró hasta conseguirlo, jeje, todos fuimos abandonando menos él), a tocar la guitarra, y cuándo el tiempo lo permitía, pasear por la playa para ver la grandeza de las mareas vivas. Una gozada compartir, y relajarnos unos días del ajetreo de las actividades.









Así terminó el mes, con muchas ganas de un poquito de buen tiempo, si el cuco lo permite, jejeje.

1 comentario:

Unknown dijo...

No si por aburrimiento no os viene nada.
Nos vemos pronto.