martes, 27 de agosto de 2013

Frío por Nadal, calor desde San Xoán.

Y casi tuvo razón este refrán, porque si es cierto que el invierno vino crudo y largo, pero el verano está compensando con creces.
En cuánto dejó de llover, empezaron a visitarnos amigos, a los que nos fué un placer irles enseñando nuestro nuevo barrio y su entorno. Todos se enamoraron de la playa de Morazón (a doscientos metros de casa), y no es para menos.




Y poco a poco también, fuimos saliendo del caos inicial de la mudanza, componiendo pequeño rincones para estar muy a gusto, como el de la cocina, que nos encanta.


Este mes es el clásico mes que cierra las actividades de todo el año, y suelen organizarse las fiestas y actos finales. En el Día del Deporte en la calle, participamos siempre con el Natural Sport Sada de taekwondo, pero este año, Elisa eligió también hacerlo con el CAS, Club Atletismo Sada, que también compartió todo el año con ella.
Suele ser un día muy bonito y espectacular con tantos deportes diferentes que se pueden probar, y este año se añadió una recogida de alimentos solidarios, y Hadri y Thomas fueron unos de los encargados de llevar los que se entregaban en nombre del club.






Otra de las actividades que llegó a su fín, fué el teatro. Desde la Escuela Municipal, organizaron la obra durante tanto tiempo antes, jeje, que cuándo les preguntabas después de los ensayos si estaban nerviosos, decían claramente que no, que todo estaba bajo control.
Mención aparte merece en este punto, la relación de Elisa con el teatro. Para ella este año ha sido espectacular, ya que esperaba el momento de entrar en esta escuela con verdadera devoción. Para Lidia ya será su cuarta obra de teatro, y Elisa se acuerda de esperarla año tras año, deseando ir.
Al principio la oferta de entrar, estaba en los tres años (cuestión que me parece demencial, por cierto) pero ella, esperaba cumplirlos, y justo ese año, lo subieron a cuatro. Cuándo cumplió los cuatro, resultó que no hubo grupo de pequeños, porque no había suficientes niños, y cuándo cumplió los cinco, subieron la edad a 6, jajaja, una locura que finalmente se puso subsanar este año. Lo ha disfrutado tanto, tanto, y los profes han alucinado mucho con ella. Les ha dado un juego increíble, ya no solo a nivel "payasa" sino que cada vez que hubo un problema, allí estaba ella para contárselo y para poner las pilas a todo el mundo.


La obra de teatro fué escrita casi en su totalidad por los propios niños, y era muy sencilla y conceptual, de mucho movimiento, por eso no se agobiaban con largos diálogos. Cada uno sabia perfectamente dónde tenía que estar, y qué tenía que hacer, la verdad que salió de cine!.

Había dos países, Kadalawi y Artikulstain, con sus gobiernos, Hadri era el ministro de seguridad de uno de ellos, Lidia la ministra de deportes de otro de ellos, y Elisa, la cuidadora de la Reina. Estaban muy simpáticos en sus papeles.





La actividad estrella de este mes, fué sin duda, la visita a la "Casa das abellas". Fué organizada por una familia amiga, y la verdad, estuvo estupenda. Un señor (al que de broma llamamos, Frank de las abejas, jeje, por su sabiduría y manejo de ellas), con mucha paciencia y un amor infinito a las colmenas, y a las abejas, nos llevó a un viaje fantástico a este peculiar y desconocido mundo del panal de miel.
Hadri sobre todo, tenía muchas dudas si ir o no a esta actividad. Su mala experiencia con dos picaduras en el cuello, muy dolorosas, en una tarde de mucho calor en una visita a Las Médulas, en el Bierzo, le había dejado mucha secuela sobre estos insectos. Mucho miedo, básicamente.
Procuramos animarle, porque no es que no tuviera muchas ganas de saber del mundo de la colmena, y al final venció ese miedo inicial (le dimos muchos recursos en caso de que entrara en pánico, yo le llevaría fuera de allí) y fué uno de los más participativos del taller.






El taller fué muy movido y entretenido. En un principio se habló mucho de este animal siempre representado por colores amarillos y negros, cuándo en realidad, la abeja es marrón (amarillas y negras son las avispas). Nos enseñó el recorrido que suelen hacer, antes de llegar al panal, y como plantaron muchas aromáticas para que fueran polinizadas.

En otro lugar tenía una exposición de distintos paneles, y un par de colmenas muy antiguas, hechas con troncos de árboles.







Después llegó un momento muy esperado, ponerse los trajes de apicultores, y acercarse a las colmenas reales.






Tras las pautas iniciales, sobre mantener la calma, moverse despacio y tener confianza que nadie resultaría picado, nuestro anfitrión hizo cosas muy espectaculares, como cortarles el paso de entrada a las abejas, y en un minuto estar rodeado de docenas de ejemplares que querían entrar a dejar su carga. En cuánto se movió de la entrada, desaparecieron en un segundo. Así explicaba el radio de acción, y la cantidad de abejas por colmena.
Después nos llevó a un lugar dónde había un enjambre al aire libre, dónde hizo que se posasen algunas abejas más, para dejarlas en las cabezas de algunos de los "apicultores aficionados", y que comprobasen que a menos que se sientan amenazadas, no van a picarte.





El tramo final de la visita fuera de la instalación, fué para ver trabajar a las abejas, en panales reales. Con un poco de humo, hacía que se moviesen para ir viendo las distintas fases para llegar a tener una colmena llena de miel. También hizo de una de las abejas le picase para dar una clase práctica de primeros auxilios, ya que lo habitual es intentar quitar el aguijón, y eso no debe hacerse, ya que lo que se hace es expandir el veneno. Lo correcto sería con una navaja, tratar de quitarlo raspando en paralelo a la piel, nunca en perpendicular.




La segunda parte del taller, se desarrolla ya en las dependencias dónde tienen el molino para licuar la miel, una pequeña exposición fotográfica, y una sala para actividades. Allí se estuvo hablando de los distintos tipos de miel, les dieron unas pruebas para picar, y les invitaron a hacer una vela de cera de abeja.







Y pianpianito llegó San Juán, y por supuesto había que celebrar. Fuimos invitados a la casa de unos amigos que se acaban de mudar, como nosotros, y pasamos un día muy agradable. Además enfrente estaba el campo de la fiesta de San Juan de Lubre, así que hubo que acercarse, a espumarse un poco, jeje. Y a casa a por ropa de repuesto, joé, Martiña, que non eres primeriza, jajaja.








El fin de mes, nos trajo además, una despedida. Definitivamente, Hadri tiene que dejar el fútbol. No es que haya dejado de gustarle, ni mucho menos, pero el taekwondo le exige cada vez más, cada año más horas de entrenamiento si quiere seguir compitiendo. Así, con gran pena, ha dicho adiós al Lubre, F.C. el equipo de sus amores.
Tres años compitiendo codo a codo con su amigo Juan Carlos y muchos otros,  dos tardes de entrenamiento a la semana, todos los sábados partido, primero la liga, después los torneos... han sido muchas horas en un club humilde, modesto y con gente muy trabajadora e implicada. Sus dos entrenadores, primero Dani, con el que perdimos todos los partidos de liga, jajaja, pero qué fiestas cada vez que marcaban un gol, y después Luis, dos años de muchos gritos y ganas de ganar.
Toda una lección de constancia, la de nuestro Hadri, y de generosidad, la del Lubre, dónde juegue como juegue, ningún niño o niña que se ilusione, se deja en el banquillo.

Mención especial merecen a mi parecer, Mary y Luisa, vicepresidenta y tesorera del club, que sabiendo nuestra situación económica, no nos dejaron faltar a la comida de fin de temporada. Mil gracias enternecidas.










Las imágenes finales de partidos pertenecen al clásico partido "padres contra hijos", que tantas risas nos da en las comidas de fin de temporada.

Y aún así, nos dió tiempo también a hacer una primer escapada al puerto, a probar como es eso de pescar. Gracias a los amigos de Paderne, que nos dejaron su caña un minutillo, nos ha picado el gusanillo... pero eso, ya es para otro mes, jejeje.



No hay comentarios: