Los problemas que arrastramos desde que la situación laboral del padre cangrejo se complicó, hicieron que nos pidiesen dejar la casa de Samoedo. El disgusto fué importante, estábamos muy a gusto allí, y la búsqueda no era fácil con la nueva situación de desempleo.
Nos ilusionó encontrar una nueva casa con una enorme finca cerca de Sada, con frutales y muchas posibilidades, pero después de largo tiempo pensándoselo, dónde ya creíamos que sí, nos comunicó la propietaria, la semana antes de tener que marcharnos, que habían decidido que no nos la alquilarían.
Con ese enorme disgusto a cuestas, tuvimos que buscar a toda prisa un piso (las casas ya se alquilaban solo para el verano, y a unos precios desorbitados). Y así, dimos con nuestros huesos en el barrio de Fontán, arriba del puerto de Sada.
No podía imaginarme, a los cangrejos encerrados en un piso...pero para mi sorpresa no solo se están adaptando bien, sino que están encantados. Ha coincidido el buen tiempo, el estar rodeados de niños que conocen y que viven aquí (el timbre es una pesadilla, no para de sonar), el que es un barrio como si fuera un pueblo y salen a la calle a jugar sin peligro, y el que tenemos una hermosa playa a doscientos metros, y unos hermosos bosques con paseos senderistas a la misma distancia.
Nos reservamos ver qué ocurre en invierno, de momento disfrutémoslo.
Empezamos el mes con el cumple de la pequeña Daniela, que precisamente cuenta su madre que está en el proceso contrario, de estar viviendo en un piso han tenido la suerte de cambiarse a la aldea, y ahora piensa que se "está asalvajando", jajaja, benditos salvajes!
Siempre que el tiempo lo permitió, y a pesar de la caña de la mudanza, intentamos salir a airearnos a cielo abierto, y la primavera, a pesar de fríos y lluvias, comenzó a regalarnos campos de flores.
En el Natural Sport Sada, el club de taekwondo, contentísimos por esa medalla de oro provincial en exhibición, y para animarles en los entrenamientos que les faltaban hasta la fase autonómica, les hicieron una fiesta sorpresa a los niños, con tartas caseras hechas por una de las madres, ñamñam.
La huerta de los amigos de Paderne empezó con su producción, y lo primero que saboreamos fué unos deliciosos y dulces tirabeques, que preparamos salteados con ajo, aceite y sal, simplemente, mmmm.
Los amigos de Monfero, nos invitaron a un Domingo especial y espectacular. La idea era un paseo gratis e invitados por el concello, en kayak por el río, y así lo habíamos entendido, cuándo para nuestra sorpresa, "el paseo", era de más de siete kilómetros remando embalse arriba... y otros tantos de vuelta, tras una comida en una pequeña playa fluvial. En la charlita inicial ya avisaban que se procurara combinar los kayaks de manera que no fuesen dos niños y un adulto solos... como siempre los cangrejos nos pasamos los avisos por el forro, jaja, y el resultado es que tuvimos que ser remolcados las dos veces por la "lancha escoba", cuestión que hizo que disfrutáramos del paisaje cuál Cleopatros por el Nilo, jajaja (qué vergüenza, y qué risas!).
El tiempo estuvo estupendo, el paisaje precioso, la compañía inmejorable, las atenciones de los miembros del club de kayak, exquisitas, ¿qué más se puede pedir?. Hasta en la lancha escoba llevábamos una persona enamorada del entorno que desvió un rato el trayecto para enseñarnos unas cuevas dónde se escondían los maquis durante la guerra civil y la postguerra... nos impresionó y hemos estando mirando información sobre ello.
El colofón final a este día tan chulo fué el cumpleaños sorpresa que le tenía preparado Irina a Florín, ay, suspiro, ¡qué bonito es el amor!, jaja. Todos estábamos enterados, menos el protagonista, que cumplía espectaculares 40 años, y para el que fué un hermoso regalo la fiesta. Coincidía además con la celebración de la Pascua ortodoxa en su país de origen, Rumanía, e Irina nos soprendió con unos exquisitos y graciosos huevos de Pascua de colores. Y muchas otras delicatesssen, por supuesto!.
Y mientras me encontraba así, jajaja, iluminada por la "estrella", y la buena compañía, los chicos me llamaron para lo que está de moda esta temporada y que les parte de risa... las bromas.
Me dijeron todos misteriosos que oían ruidos desde el gallinero (aún vacío y en construcción). Me acerqué y ellos muertos de la risa, me mandaban callar para que oyera los ruidos, jeje, imitación de una gallina clueca, como poco. Al llegar, me encontré a un verdadero gallináceo muerto de la rísa, jejeje.
Y mientras nos íbamos despidiendo de Samoedo, aún se llenaba nuestra cocina, ya medio desmontada, de risas y flores. Es una gozada encontrarse pequeñas historias por todas las esquinas.
El broche de oro final a este mes, lo puso un taller que hicimos desde la Asociación Kanguras, Criando en brazos, en colaboración con Reciclín Reciclán. En este taller se trataba de hacer productos de cosmética naturales con elementos caseros. Lo pasamos en grande, aprendimos muchísimo, hicimos pasta de dientes, desodorante y crema hidratante, y salimos muy contentos.
Junio vino fresco al principio, pero no por eso menos cargado de "movidas"...
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