VI Edición Carnaval Educando en Familia.

Mamá madruga mucho, y al levantarnos siempre la encontramos al teclado, con su taza de té con fresones rojos.

Nos estiramos, y nos tumbamos en el sofá, y esperamos a que se levanten todos, revoloteando a su alrededor, hasta que ella cierra el portátil. Esa es la señal, de que nos vamos a desayunar.

Ahí estamos, en la mesa de la cocina, comentando lo que soñamos, a veces calentando nosotros la leche, o untando mantequilla a las tostadas, otras veces, si estamos muy cansados, lo hace mami.

Ella, mientras desayunamos, airea las habitaciones y hace las camas (menos la de ella, la grande, que nos la deja desecha un rato para ir a saltar después del desayuno, jeje). A mamá le gusta que llevemos nuestras tazas y cucharas al fregadero cuándo terminamos así que a veces, cuándo nos acordamos, lo hacemos.

Y a saltar un rato a la cama! Poniendo música pero no muy alto, que sino nos riñe, jeje. Si papá está durmiendo, porque trabaja de noche, vamos a la sala y ponemos música del piano eléctrico en bajito, también, y bailamos.

Mientras ella recoge el desayuno, friega, y empieza a preparar cosas para la comida. Muchas veces la ayudamos, preparamos un mortero de ajo, perejil de nuestro balcón, albahaca también del balcón, aceite de oliva, y unas gotas de limón, de la huerta del abuelo Nica. O cortamos zanahorias, o pelamos ajos, o batimos un huevo, nos chifla la cocina.

Después empezamos a pensar qué vamos a hacer, tenemos muchos proyectos en marcha. Podemos trabajar en el proyecto de la semana, el de los blogs, o hacemos unos libros que nos regalaron para pintar, y jugar con letras y números, o recortamos una noticia y la ponemos en nuestros periódicos, o ponemos pegatinas en un álbum de animales y plantas de Galicia, o jugamos a algo en inglés, en el ordenador… lo que se nos ocurra.

Hay días que no trabajamos en casa, que salimos a hacer recados, la compra y también aprendemos qué se hace en correos, cómo se manda un fax, o ayudamos a pesar la fruta y ponerle la pegatina.

Comemos, y mientras Elisa duerme la siesta, mami nos deja ver una peli. Y después, depende del día nos toca hacer actividades, por la tarde. Vamos a música, teatro, fútbol, inglés y pintura, nos encanta. Estamos siempre con los mismos chicos, y si hace bueno, nos vamos con ellos y sus papás al parque, menos cuándo vamos a fútbol, que hay que irse a la ducha porque el campo es de tierra y si llueve, está lleno de barro.

Algunos días nos quedamos en casa toda la tarde, y le pedimos a mami una meriendacuentos, que es muy chula.

Los fines de semana, vamos a ver a la bisabuela Carmen, que va a cumplir 100 años en Febrero, y la tía Pili siempre nos hace croquetas caseras y nos da helado de postre. A veces también nos vamos de viaje, con papá y mamá, de excursión, a la playa, al monte, a ver a algunos amigos, nos encanta viajar.

Y ahora mamá dice que toma la palabra para una breve reflexión.

El día a día de una familia que está junta 24 horas, se hace intenso, no lo vamos a negar. Pero para mí, por lo novedoso, apasionante. Yo no sé lo que nos deparará el futuro, lo que sí sé es lo que estamos viviendo en estos momentos, y eso es la convivencia en estado puro. Ellos aprenden de todo, con una intensidad natural, que a mí, particularmente me sobrepasa y me deja sin palabras. Y ellos nunca imaginarán lo que me están haciendo aprender a mí.

(Podéis dejarme vuestros enlaces para participar, en este mismo post, así es más fácil, animaros!).